¿Puede convivir la corrupción con la revolución?

Esta pregunta aunque suene atrevida creo que es la encrucijada política y social de hoy. El hombre en su génesis es desviado, tiende a corromperlo todo, solo un recio control de estado lo evita. Los países que han alcanzado grandes niveles de crecimiento económico social han tenido que someterse a un sistema de limpieza permanente de su administración. Vemos como China que se da el lujo de ejecutar a cualquiera de sus ministros que sean sorprendidos en actos de corrupción, hasta los países de corte musulmán donde la apropiación de bienes se paga con la mutilación de un miembro del cuerpo ,ellos han logrado que el deseo de aprovecharse de los bienes comunes se haya casi desaparecido.

En Estados Unidos y Europa la sociedad se concentran en el control de sus líderes- gobernantes, el escándalo es castigado por la vía judicial además de manera severa. Son sistemas donde la lección de funcionarios públicos es profiláctica.

¿Pero puede un hecho de corrupción acabar con un proceso de cambio social? La respuesta es totalmente afirmativa. Tenemos hoy un caso sumamente grave, miles de containers con comida vencida tiene revuelto a todo el país. ¿Quién responderá por este gravísimo hecho a la comunidad?, ¿Cómo la posición de una empresa como Globovisión saca tarea de este asunto y remacha todo el día, quizás hasta lograr destruir los cimientos del gobierno con este asunto que a todos nos compete?

Hoy en día cuando se habla de prosperidad y riquezas son señalados además de manera evidente, funcionarios del gobierno. Parece que es un derecho propio donde cualquier funcionario por muy bajo rango que tenga, dispone de los bienes del estado a su antojo, además casi sin reproche alguno, no queremos pensar que por el solo hecho de ponerse una camisa roja y gritar patria, socialista o muerte lo autoriza a ello. Ocupar un cargo en la administración no le da al titular el derecho sobre la cosa pública. A diario encontramos la expresión ¨se me dio esta oportunidad no la puedo desaprovechar¨. Yo me pregunto ¿oportunidad de qué? ¿De servir o de servirse?

El haber sido electo de cualquier cosa no le da automáticamente al elegido el poder de disponer de los bienes a su antojo sin límite alguno. Este flagelo ha penetrado todos los niveles de la administración pública,. Nadie puede decir que el servicio social del estado es malo, que las misiones son negativas, que ayudar a los más desprotegidos no es necesario, pero perderse miles de toneladas de alimentos en un puerto sencillamente porque la mafia portuaria es inmanejables, definitivamente debe llamarnos la atención. No hay oficina pública, ni privada en el país donde una propina, una ayuda o comisión no se haga indispensable para agilizar las gestiones.. “Venezuela ahora es de todos”. Esa es la consigna que muchos piensan y dicen que “como es de todos a mí que me den lo mío”.

Esta actitud del país es muy preocupante, creo que el excesivo desorden administrativo, aunado a una corrupción galopante, terminará por hundir los cimientos de la República en una profunda crisis necesaria para las correcciones sociales de los pueblos. Mientras los del gobierno disfrutan de las bondades de los recursos quienes están en oposición reclaman su derecho a también hacerlo y por eso piensan volver al gobierno ganando las elecciones del 26 de septiembre,pero NO VOLVERAN.!!
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Considero que este tema no se desarrolla solo en un artículo se requiere un profundo análisis de nuestro problema, lo cierto es que estamos en medio de una grave enfermedad que ha tomado los órganos fundamentales de la sociedad y si no se corrige la hará sucumbir. La corrupción económica que no es otra cosa que el cáncer de la política, nuestra sociedad lo sabe, lo admite y lo avala. Esperemos las acciones contundentes de nuestro comandante presidente Chávez junto con los resultados…